Charla – Coloquio sobre Intervenciones militares españolas en el extranjero. La alternativa no violenta

. miércoles, 10 de abril de 2013
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El jueves, 11 de abril, a las 18:30 horas en el local de IU Latina, calle Seseña, 9. Ponente Colectivo Utopía Contagiosa

El Gobierno aprobó en el último Consejo de Ministros de marzo para aprobar un crédito extraordinario de 514 millones de euros con el objetivo de aumentar las partidas económicas para operaciones militares en el exterior.

Además, se concede otro crédito de 137.150’14 euros para atender el pago de “diversas indemnizaciones” a participantes en operaciones de mantenimiento de la paz.

¿Quiere esto decir que vamos a reducir nuestra participación en este tipo de operaciones, como nos prometieron? Si juzgamos por el ritmo de aumento de lo que se piensa gastar en operaciones en el exterior no lo parece. Como poco vamos a seguir como hasta ahora, interviniendo en el exterior con un esfuerzo militar que tendrá un coste elevado.

A los casi 7.000 millones de euros del presupuesto de defensa, debemos ahora sumar los 514 aprobados para operaciones en el exterior y, como poco, los otros 1.000 que piensan dar para pago de los programas de armamento, lo que, de entrada, nos pone por encima de los presupuestos aprobados hace un año.

Otro enfoque del asunto es más sorprendente, si cabe, y una muestra (una entre otras muchas con este Ministerio de Defensa) del cinismo de nuestros políticos militaristas. Veamos: en los presupuestos generales del estado aprobados en diciembre se consigno una partida específica para operaciones en el exterior de 15,20 millones de euros, señalando a continuación los voceros de turno que pensábamos reducir la presencia militar y abandonar gradualmente este tipo de políticas.

Al sumar ahora a esos pobres 15,20 millones de euros, la cifra ya no parece tan creible. De buenas a primeras el ejército cuenta para sus guerras con 529,20 millones de euros declarados, a los que por decencia deberíamos sumar las cifras que se pagan desde otros ministrios (por ejemplo, el barco medicamentalizado que paga el ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales y que se puso a disposición de la intervención militar en Mali, o la contribución de interior y de exteriores a la vergonzante política de Frontex y a las operaciones de vigilancia del mediterráneo Sur) y esperar a las ampliaciones de crédito que dentro de un tiempo volverán a realizar para intervenciones en el exterior.

La cifra a la que sospechamos que aspiran llegar, como poco, es de 766 millones de euros para este tipo de operaciones (ya les queda menos) según declaraciones del Secretario de Estado en Ocubre de 2012 a la Revista Española de la Defensa.

Para cualquiera puede suponer simplemente un número pero si lo miramos más despacio:

Más de 4,5 veces lo que se destina a protección del medio ambiente natural
4,8 veces lo que se destina a calidad del agua
15,6 veces lo que se destina a lucha contra el cambio climático
Más de 15 veces más de lo que gastará el Estado en educación compensatoria
38 veces lo que se destina a desarrollo sostenible rural
más de 56 vces lo que se destina a protección pesquera y mejora del medio ambiente
Más de 53 veces lo que se destina a protección y mejora del medio ambiente rural.
Más de 73 veces lo ue se gastará en protección del derecho de los consumidores
más de 175 veces lo que se gastará en políticas para la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres
más de 222 veces lo ue se gastará en formación para el profesorado
más de 514 veces lo qu e gastará en seguridad alimentaria
más de 2000 veces lo que se gastara en investigación sanitaria
Supone reforzar el papel de España como país altamente agresor e implicado en la política imperialista
Su finalidad última es mantener un statu quo injusto pero que beneficia a los “intereses” de España en el mundo (por favor, no leer como los intereses de los españoles, sino los intereses de la oligarquía y del modelo socioeconómico que tenemos, basado en la explotación de las personas, los pueblos y los recursos básicos, la dominación y la violencia)
Nos convierte para muchos pueblos en un ejemplo de insolidaridad y peligrosidad
Cuando no en enemigos abiertos
Nos detrae recursos para necesidades socialmente útiles
Militariza nuestra política exterior
Nos empobrece para mantener la influencia y poder de los que nos dominan.
Toda una elocuente explicación de por que estamos a la cola del gasto social y del incremento de la brecha entre los que más tienen y el resto en la Europa de los 27.

Fuente: Web utopíacontagiosa.org

 


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